miércoles, 19 de abril de 2017

LA CONQUEOLOGÍA FRENTE AL CURRICULO OFICIAL


Hace tiempo que no escribo en el blog y mucho sospecho que no será mi última entrada pues en lo que ando ahora ocupado, además de dar clase y dirigir un centro del que hablaré en otra reflexión no muy lejana, es la de documentar aspectos curriculares generales para un Colegio Público de una singularidad propia y exclusiva: un centro de etnia gitana al cien por cien de su alumnado.

CEIP Miguel Iscar. Taller matemático en cooperativo. Metodología del sentido común
Esta tarea me lleva a múltiples reflexiones que hago públicas y que, en cierta medida, me inquietan y dejo reflejadas por escrito. Prefiero que no se tomen demasiado en cuenta y se tome con humor. La vida es para afrontarla con una sonrisa.

Lo primero quiero hacer público mi deseo de tener una entrevista personal con el ideólogo del currículo oficial (Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero) y preguntarle qué entiende por "metodologías activas", término que incluye en numerosas ocasiones. Opto por pensar que cuando se refiere a estas "metodologías guays" lo hace porque algo ha leído al respecto y el término en cuestión da un carácter de modernidad educativa en una sociedad avanzada y acorde a los tiempos que corren. Otra opción podría ser que, al incluir el término "metodologías activas", se abra la espita para que "gurús" formativos instalen un chiringuito de ponencias al peso y nos quedemos ojipláticos con sus experiencias de aula (inexistentes por otra parte). Y una última opción, y esta es la más creíble, es que esto lo escribiera tomándose unas cervezas con sus colegas llorando de la risa para ver como el personal educativo se devana lo sesos y encaja esto en los decretos curriculares autonómicos (En Castilla y León el Decreto 26/2016 del 21 de julio)

Entiendo por escuela inclusiva aquella que el sistema se adaptaba a la diversidad de su alumnado teniendo en cuenta discapacidades, si las hubiera, procedencias étnicas o culturales, ritmos de aprendizaje, intereses o habilidades concretas ... para poner en práctica una "innovación educativa" que pudiera llevarse a cabo. ¿Por qué tiramos confeti, globos de colores y fuegos artificiales cuando nos referimos a la innovación educativa como algo extraordinario? Voy a sustituir "innovación" por "sentido común". Lo sé, vende menos pero al fin y al cabo es lo mismo ¿no?. Lo cierto es que los estándares de aprendizaje clasificados  por niveles, áreas y bloques de contenido dejan muy poco margen, o más bien ninguno, a lo que entendemos por inclusividad. Es más, si alguien se sale del item estanco está abocado a ser el imbécil de la clase, algo que eufemísticamente lo catalogamos como "alumno con desfase curricular".

Si preguntáramos a un maestro/a de secundaria (no, no me he equivocado, insisto maestro/a) cómo quiere que lleguen sus alumnos al instituto nos diría:
Con que tengan un razonamientos lógico, me vale
Con que sepan expresarse oralmente y por escrito, me vale
Con que sean competentes para tener autonomía en su aprendizaje, me vale
Con que tengan un sentido crítico, me vale
Con que sean respetuosos con el trabajo de los demás. me vale
Con que sean buenas personas, me vale
Con que no vengan odiando la escuela, me vale
Con que sean creativos y tengan iniciativa, me vale

Podría seguir reflejando muchas más y seguro que ninguna de ellas está en el currículo enciclopédico y soporífero. Así pues la conqueología sigue subyugada bajo la exterminadora espada del contenido curricular amnésico mientras el ideólogo del Real Decreto sigue tomando cervezas y riendo a mandíbula batiente con sus colegas viendo como innovamos en lo más alto del truño. Si logro tener una entrevista con él o ella que sea tomando unas cervezas para que yo también pueda reírme. Pero si todo esto lo hubiera ideado en un despacho, a la luz de un flexo y con un ejército de asesores, entonces, sí estaría preocupado y ya no me lo tomaría con tanto humor.