domingo, 18 de noviembre de 2012

ME ESTÁS DANDO MUCHA INFORMACIÓN Y NO TENGO TIEMPO

El título de esta entrada hace honor a dos frases que como soniquete impenitente escucho con más y más frecuencia. No quisiera, a fin de no acomplejarme, llegar a ser un sobreinformante, o dicho de otro modo un "palizas". Esto ha limitado ostensiblemente mis actuaciones de cara al personal cuando por mor de la labor que en la actualidad desempeño, formación al profesorado, debo aturdir al personal con recursos, herramientas, posibilidades, proyectos, experiencias, innovación, vanguardia pedagógica de la pera limonera y demás paquetes que soltamos con una extraordinaria soltura.
Cada uno tiene razones más que justificadas para realizar  formación y a día de hoy no hay formulario que me indique si lo hace por amor a su profesión, por su mejora competencial, porque necesita las horas para cobrar las pasta o porque estaba aburrido las tardes en casa (esta última variable es casi insignificante). Lo cierto es que acude  el personal a la formación programada con sus razones debajo del brazo y que ni por lo más remoto se les va a ocurrir confesar.
En muchas ocasiones, después de la sonora turra escucho: -Nos has dado muchísima información- A día de hoy no sé si eso es una alabanza o una recriminación pero por las caras sospecho que lo segundo adquiere cada vez, para mi desgracia, más solidez. Mandándome emails con @pepetic entorno a un curso que en la actualidad está impartiendo en el CFIE de Valladolid me he permitido el lujo de darle algunas recomendaciones y entre estas le he advertido que podrían decirle: "Nos has dado mucha información". Los formadores eficaces deben, además de sopesar los riesgos que supone la sobreinformación, tener tres o cuatro respuestas siempre dispuestas en la recámara para sacarlas con pasmosa naturalidad; como si se te ocurrieran en ese momento:
Una: ¿Y a qué has venido? A que te de información ¿no? Dos: No hay problema: tenéis toda una vida por delante para asimilarla Tres: Ahora podréis entender a vuestros alumnos cuando les atosigáis  con pdf, documentos de word  y cientos de vínculos dispuestos sin orden ni concierto en vuestras plataformas LSM. Hay una cuarta que se piensa pero nunca se dice: Te jodes. Como todas ellas tienen connotaciones de mala leche será mejor que te autoculpes y que pienses que el que lo ha  planificado mal eres tú: el formador. Y eso es así aunque duela: La secuencia formativa está mal planificada 
A remate, cuando crees que has triunfado en tu objetivo de no escuchar "me has dado mucha información" y crees que el éxito de la formación ha cumplido su objetivo, oyes una voz de ultratumba que te dice "todo esto está muy bien pero... no tengo tiempo"  ¿tiempo? En ese momento no quisieras pensar que parte de ese tiempo que no tiene es porque lo pierde buscando en Google recursos educativos durante horas y horas sin ningún éxito. Con lo maravilloso que resulta dar un paseo por el campo, ir a tomar cañas o pegarte una ruta en bicicleta de 80 Km. Y ese debe ser el objetivo: optimiza tu tiempo, disfruta de la vida y profesionalmente mejora con tus alumnos; es así de sencillo
Lo cierto es que un curso realizado para un Instituto de Ciudad Rodrigo PLE-WEB 2.0 no escuché ninguna de estas frases; es más, alguno me dijo: -Muchas gracias; nos has abierto los ojos-. (El que me lo dijo es amigo pero eso es un detalle sin importancia; no cuenta).
Ahora hace falta que todo esto genere sinergias que deriven en un proyecto de mejora, de trabajo colaborativo, de investigación, en incidir en el aula y en la mejora de los aprendizajes de los alumnos. El verdadero reto  y quién sabe si futuro de nuevo modelo formativo.